
Bábolna se prepara para vivir los mejores momentos a lo largo de 2025 y 2026, con un calendario repleto de cultura, gastronomía, caballos, mercadillos, música y fuegos artificiales hasta bien entrada la madrugada. Este pequeño pueblo se transforma en un auténtico parque de atracciones todo el año: imagina el Concurso Internacional de Saltos Ecuestres, el popularísimo Festival del Maíz y las prácticas Jornadas Internacionales del Agricultor. Incluso el balneario local se apunta a la moda del storytelling—Bábolna Beach y Thermal Bath es el primer balneario temático del país en recrear el mundo campesino tradicional mientras te relajas entre burbujas.
Diciembre 2025: Luces de Adviento y días en familia
La espera hacia la Navidad se vuelve muy personal en Bábolna, gracias a eventos acogedores y rostros conocidos. El 13 de diciembre, abre en el pueblo un Playhouse Navideño—imán total para niños, repleto de talleres y diversión festiva. Un día después, el 14 de diciembre, vuelve el Domingo de Adviento con la Tiamo Modern Dance Association sobre el escenario. El saludo inaugural lo dará el pastor luterano Máté Kiss, marcando un ambiente cálido y entrañable para estas fechas.
El 17 de diciembre, la Navidad de la Ciudad reúne a la comunidad—habrá villancicos, luces y ese ambiente vibrante de plaza festiva. El 21 de diciembre llega otro Domingo de Adviento, esta vez con el grupo de danzas tradicionales Cseperedők Folk Dance Group conquistando el foco, devolviendo a Bábolna esos ritmos populares y el folclore que siempre emocionan en casa.
Septiembre 2026: El Festival del Maíz lo invade todo
Reserva la fecha: 11 y 12 de septiembre de 2026. Vuelve por todo lo alto la 27ª edición del Festival del Maíz de Bábolna—uno de los eventos otoñales más queridos de la región, ahora más ruidoso y luminoso que nunca. Programa familiar de verdad: mercado de productores para explorar y catar, actividades para peques durante todo el día y muchísimos vecinos mostrando su arte sobre el escenario.
Los platos fuertes no son solo los conciertos y los fuegos artificiales. El concurso de forzudos se lleva todas las miradas—es todo espectáculo, ovaciones y fotos a tope. Cuando cae la noche, llegan los conciertos de grandes nombres y los fuegos artificiales iluminan el cielo. La fiesta se alarga hasta el amanecer. Un cierre de verano perfecto: gente hombro con hombro, maíz en todos lados, olor a parrilla, y música que mantiene las calles despiertas.
Dónde dormir: Calma imperial en la histórica yeguada
Instálate en el Hotel Imperial (Imperiál Hotel), escondido en la tranquila y legendaria Yeguada Histórica (Ménesudvar), el icónico criadero de caballos de Bábolna. Un remanso de paz con todo lo esencial: 11 habitaciones dobles, 3 de matrimonio, 4 triples y una individual, todas con baño privado. En total, caben 41 huéspedes y está abierto todo el año. Perfecto tanto si vienes por el Adviento, los caballos o el festival.
Comer y beber: casero, para familias y dietas especiales cubiertas
¿Tienes hambre? Por aquí y alrededores no faltan opciones. Hay una cocina que apuesta por la esencia casera: platos recién fritos, pescados, postres, carta infantil y zona de juegos. Si prefieres quedarte en casa u oficina, puedes pedir bandejas generosas y pizzas a domicilio. El menú se pasea entre especialidades húngaras e internacionales, con especial amor por el pescado.
Aquí las dietas especiales son protagonistas. El obrador AlBatrosz “free-from” Cake Workshop es experto en pastelería sin gluten (gm), sin lactosa (lm), sin leche (tejm), sin azúcar (cm) y sin huevo. El objetivo está claro: mejorar la calidad de vida de personas con diabetes, intolerancias o que siguen dietas, logrando pastelería artesanal que realmente apetece.
Muy cerca de Bábolna, el restaurante, casa de huéspedes y salón de eventos más nuevo de Komárom acoge a los que buscan un momento de relax con cocina casera, salones espaciosos y un patio cerrado y acogedor. Desde cenas a la luz de las velas hasta comidas familiares o menús de mediodía fáciles—la sensación siempre es de ser algo especial, pero sin complicaciones.
Bahía es el plan ideal para desayunos buffet potentes, almuerzos y cenas de bistró, y esas quedadas que solo surgen entre café italiano recién hecho y buenos cócteles. También en el centro de Komárom, un local veterano inaugurado en 2008 recoge el espíritu viajero y aventurero de un barco en su diseño, con ambiente cálido y clientela fiel.
Si eres fan de lo clásico húngaro, el Flamingó Restaurant and Café es un acierto. Chefs con talento, sabores intensos y aire acondicionado para que disfrutes sea verano o invierno. Para eventos privados—cumples o reuniones—también tienes solución.
Para disfrutar de ambiente fluvial, ve a Gönyű, entre Győr y Komárom, por el histórico camino de adoquines. Allí te esperan platos a la carta, sugerencias de fin de semana, menús diarios y una carta de bebidas top: cervezas premium, vinos, café, limonadas y cócteles, todo acompañado de un paisaje de ensueño sobre el Danubio, en un ambiente mucho más elegante de lo que imaginas.
Levantar la copa: una bodega renacida con siglos de frescura
Si te gusta el vino, visita sí o sí la región vinícola de Pannonhalma y descubre la Herold Pince, la bodega más joven del área, a los pies de la abadía, en el barranco Chestnut (Gesztenyés-horog). La bodega tiene unos 800 años, y en su día la usaban los benedictinos para el diezmo. La familia la compró en 2010 y, tras años abandonada, la transformó en 2014, ampliándola transversalmente y levantando más de 100.000 ladrillos clinker para darle el aspecto impresionante de hoy.
El sótano de loess y arenisca labrada a mano mantiene una temperatura constante de unos 13°C y la humedad perfecta—el sueño de cualquier enólogo. Los vinos se guardan en tanques inoxidables modernos, aunque algunas tiradas especiales reposan en barricas de madera según la calidad de la uva. Tradición milenaria, tecnología de hoy y oficio con cabeza—exactamente ese equilibrio que quieres en tu copa después de un día de festival.
En Bábolna el ritmo es único: familiar, muy de aquí y tan grande que crea recuerdos de verdad. Apunta las fechas, ven en familia y llega con hambre. El resto lo pone Bábolna.





