Mór se llena de recuerdo el domingo 2 de noviembre de 2025, rindiendo homenaje a las víctimas de la revolución y lucha por la libertad de 1956 y conmemorando el Día de los Fieles Difuntos. Los actos se reparten por varios puntos del área 8060 e invitan a vecinos y viajeros a detenerse, reflexionar y compartir un momento colectivo de memoria en una ciudad donde la historia, la hospitalidad y la cultura del vino laten muy hondo.
Donde el recuerdo se encuentra con la hospitalidad
En el centro de Mór, escondido en una callecita casi tricentenaria, se alza un hotel boutique de estilo regional que parece una galería viva. Sus 25 habitaciones y 5 apartamentos combinan muebles austríacos pintados y tallados, evocando el siglo XVIII, con guiños a la herencia suaba de la ciudad. Algunas estancias lucen mobiliario tradicional germano de Hungría, y un pasillo entero se viste de neobarroco. Alojarse aquí es un desvío en el tiempo: acogedor, un pelín teatral y profundamente local.
Comodidad para grupos y familias, todo el año
También en pleno corazón de la región vinícola de Mór, una casa de huéspedes que bien podría pasar por hotel pequeño funciona durante todo el año. Hay habitaciones de 1, 2 y 3 camas; las superiores, con aire acondicionado, incluyen baño privado y tele. Dispone además de un apartamento con baño y cocina, y opción de camas supletorias. Con capacidad para 50 personas, es ideal para grupos. Ofrece parking cerrado, custodia de objetos de valor bajo petición y Wi‑Fi gratis en todo el recinto. La accesibilidad total y el ascensor facilitan la estancia de cualquier visitante sin complicaciones.
Un hotel wellness con vistas… y parque ecuestre
Mór, capital de una de las regiones históricas del vino en Hungría, se sitúa donde se encuentran los montes Vértes y Bakony: una ciudad pequeña y vivible a la que apetece volver. A las afueras, un hotel wellness presume de panorámica montañosa, con su propio parque de caballos y pista cubierta. Dentro encontrarás 31 habitaciones, 4 suites, sala de desayunos, zona wellness y bar de piscina. El mobiliario de la austríaca Voglauer marca un aire limpio y moderno‑elegante. Para parejas, la habitación nupcial se inclina por el folk austríaco, con muebles rústicos y cama con dosel: romanticismo con acento regional.
Alojamiento comunitario con propósito
La Casa del Amor Servicial, gestionada por la Parroquia Reformada de Mór, ofrece estancias económicas todo el año para hasta 39 personas. Está completamente equipada, con sábanas y toallas, y funciona de base perfecta para programas de escuela en el bosque para clases en otoño, primavera e invierno. Es sencilla, práctica y pensada para grupos que buscan aprendizaje, recogimiento y tiempo compartido.
Donde comen los locales
El Restaurante ARA late en el corazón de Mór, abierto de lunes a sábado de 11:00 a 22:00 tanto en invierno como en verano. Cuando acompaña el tiempo, los comensales se trasladan al jardín y se quedan a gusto entre platos y sobremesa al aire libre. Un ancla fiable en el centro: horarios estables, platos calientes y cero complicaciones.
Bodegas con memoria larga
Las viñas familiares son el alma de Mór. Una bodega familiar, fundada en 1991, cultiva hoy 25 hectáreas y prefiere elaborar partidas pequeñas y especiales antes que grandes producciones. Espera vinos frescos, juveniles y aromáticos, junto con opciones secas, semisecas, semidulces y rarezas. Debajo de todo, unas bodegas de casi 300 años guardan y afinan tanto las añadas jóvenes de la casa como una colección de vinos históricos de Mór digna de museo. El Museo del Vino de la bodega abre todo el año para catas y visitas: una forma fácil de empaparte de la tradición local, conocer los estilos de la región y curiosear herramientas de vinificación antes de bajar a las cavas en funcionamiento.
Una nueva generación toma el relevo
Otra etiqueta, sencillamente llamada The Brigade, nació en 2013, cuando un puñado de jóvenes enólogos entusiastas embotellaron su primer vino de Mór. Hoy cuidan 3 hectáreas. Su objetivo: mostrar el carácter del viñedo y apostar por la singularidad frente a la uniformidad. Es pequeño, enfocado y muy parte de la identidad en evolución del pueblo.
La orden del vino, viva y activa
La orden del vino de Mór existe para fortalecer y desarrollar el patrimonio y los valores vitivinícolas de la región, y para mantener estándares altos en todo lo relacionado con el vino. No es solo ceremonial: sus miembros participan en las celebraciones de San Jorge, concursos y ceremonias de ingreso, y coorganizan las Jornadas del Vino de Mór. Además, mantienen lazos estrechos con órdenes vecinas, tejiendo una red que defiende la calidad local y la tradición compartida.
Un día para reflexionar, un pueblo para explorar
Con las velas encendidas por quienes se perdieron en 1956 y por los seres queridos recordados en el Día de los Fieles Difuntos, Mór se vuelve serena y con los pies en la tierra. Pero la historia de la ciudad no termina en la piedra conmemorativa. Vive en un hotel boutique amueblado como una casa de hace siglos, en un refugio wellness con pista ecuestre y vistas a la montaña, y en bodegas que guardan tanto experimentos nuevos como añadas de museo. Aquí puedes saborear el pasado, dormir en él una o dos noches y volver a salir a una pequeña ciudad que lleva su historia cerca y mantiene abiertas sus puertas.
2025, adminboss





