Márffy-kúria (Mansión Márffy)

Márffy-kúria (Mansión Márffy)
Mansión Márffy, Pusztakovácsi: Señorial casa del siglo XIX que exhibe la arquitectura clásica húngara, jardines paisajísticos y un valioso patrimonio cultural en el pintoresco campo del condado de Somogy. Abierta al público.

La Márffy-kúria, en el pequeño pueblo de Pusztakovácsi, no aparece en las rutas turísticas clásicas de Hungría. Aun así, reducirla a “otra casa señorial del campo” sería perderse una capa muy auténtica de historia húngara y un testimonio silencioso de cómo el tiempo y los cambios han ido moldeando el paisaje y a su gente. La mansión, también llamada a veces la Mansión Márffy, es un recuerdo vivo de otra época: su elegancia atemporal luce hoy la pátina de las décadas, con un aire especial que atrae a quienes buscan algo menos trillado que los grandes imprescindibles.

La historia de la Márffy-kúria arranca a comienzos del siglo XIX, cuando la zona de Pusztakovácsi era un mosaico de haciendas nobiliarias y pequeñas comunidades que sobrevivían entre bosques y campos. La construcción suele fecharse hacia 1830, cuando Hungría formaba parte del vasto Imperio de los Habsburgo y las propiedades aristocráticas eran focos de la vida local. No es un castillo grandilocuente —más casa solariega que palacio—, pero en sus proporciones y su planta se intuyen la dignidad y las aspiraciones de una familia terrateniente orgullosa. La familia Márffy, que da nombre a la mansión, tuvo un papel relevante en la administración y la vida cultural del entorno. No fueron los apellidos más rimbombantes de la historia húngara, pero sus raíces aquí son profundas y su vínculo con Pusztakovácsi se recuerda con cariño.

Hoy, quien la visita puede ver cómo sus líneas clásicas y la ornamentación sobria encajan con suavidad en el paisaje ondulado. La fachada, suavizada por el paso lento de las estaciones y las generaciones, se alza entre árboles altos y maduros y los restos de un antiguo parque que fue a la vez lugar de recreo y símbolo de estatus. En el interior han sobrevivido algunos elementos originales a los vaivenes de la historia. Bóvedas, vigas de madera y la distribución de los salones principales dejan entrever el vivir pausado y elegante que aquí se disfrutaba. Es fácil imaginar el ajetreo de una mañana de verano: la casa despertando, la serenidad discreta de las rutinas diarias, las conversaciones entre invitados llegados de familias esparcidas por la rural Somogy.

Si te atrae ese magnetismo de las paredes antiguas y los suelos que crujen como si guardaran historias, la Márffy-kúria es una parada muy gratificante. A lo largo de las décadas ha soportado las convulsiones que marcaron a Hungría: guerras, cambios de propiedad, un siglo XX inquieto. Tras la caída del Imperio austrohúngaro, la mansión, como tantas otras, perdió brillo, y durante la era socialista se adaptó a los usos del momento. Aun así, su estructura resistió. Incluso cuando tuvo funciones comunales o quedó parcialmente vacía, nunca perdió del todo su lugar en la vida del pueblo. Hoy, según el momento en que vayas, quizá encuentres rastros de restauración y una gestión cuidadosa, además de pequeñas muestras o exposiciones sobre la familia Márffy y el pulso de la vida rural en los últimos dos siglos.

La visita a la Márffy-kúria va tanto de atmósfera como de detalle arquitectónico. Premia a quien va con paciencia y curiosidad, a quien busca más que una foto y quiere ver cómo se despliega una historia despacio. Hay días en que, cuando la luz acaricia la fachada y lo único que suena es el viento entre los álamos, es posible imaginar el mundo tal y como lo vería una familia en la década de 1830: lleno de promesas, regido por tradiciones, abierto a los cambios lentos del tiempo. Y todo esto en un rincón tranquilo del condado de Somogy, donde la vida rara vez corre, invitándote a salir un momento de lo habitual y entrar en un relato más sereno y reflexivo.

Aunque Pusztakovácsi no es grande, tiene el encanto de sus calles tranquilas y su cercanía a la naturaleza. El paisaje, salpicado de campos y bosques, regala una belleza discreta que recompensa a caminantes y a quienes disfrutan de los pequeños detalles. Una visita a la Márffy-kúria puede ser el eje de un día de excursión por la zona: respirar aire puro, charlar con vecinos que aún recuerdan historias transmitidas sobre los días de esplendor y cambio de la mansión. Para quien tenga interés en la rica trama del patrimonio rural húngaro, o simplemente busque un lugar apacible donde pensar en los vaivenes de la historia, la Mansión Márffy ofrece una ventana única y muy bien conservada a un pasado escondido.

  • NADA


Lugares para alojarse cerca Márffy-kúria (Mansión Márffy)




Qué ver cerca Márffy-kúria (Mansión Márffy)

Azul marcadores indican programas, Rojo marcadores indican lugares.


Recientes