Xántus János Állatkert (Zoo János Xántus)

Xántus János Állatkert (Zoo János Xántus)
Xántus János Állatkert, Győr: Zoológico húngaro muy popular con más de 500 animales, programas educativos, atracciones para toda la familia y compromiso con la conservación. Abierto todo el año.

Xántus János Állatkert, más conocido como Zoo János Xántus, es uno de esos lugares raros que mezclan la magia de las memorias de infancia con el asombro tranquilo de la diversidad natural, todo dentro de la encantadora ciudad de Győr. Abierto en 1967, el zoo se esconde en un rincón apacible a las afueras del centro, fácil de alcanzar y a la vez lo bastante retirado como para hacerte olvidar, aunque sea un ratito, el ajetreo diario. Nada más cruzar la entrada, te recibe una sinfonía suave de llamadas lejanas y trinos, y los senderos arbolados te invitan a aventuras grandes y pequeñas.

Debe su nombre a János Xántus, el célebre zoólogo, etnógrafo y viajero húngaro, cuyo espíritu explorador parece impregnar cada rincón del recinto. Lo que hace especial al Xántus János Állatkert no es su tamaño —es compacto si lo comparas con los mega-zoos europeos—, sino la manera en que te invita a descubrir a un ritmo más lento y personal. Te cruzarás con jirafas elegantes de cuello infinito, un lince que se mueve como hipnotizado, lémures de cola anillada super sociables y suricatas tan curiosas que te miran directo a los ojos.

Para peques y adultos, hay un equilibrio precioso entre lo familiar y lo singular. Da un subidón ver a un león africano tomando el sol con dignidad, y a la vez es un gustazo encontrarte con animales de granja húngaros —burros, cabras, ovejas— que aportan ese toque local y acogedor. Quizá veas al adorable panda rojo hecho un ovillito en la horquilla de un árbol, o a los dragones barbudos calentándose al sol en su terrario. La gente de aquí vuelve por pura nostalgia, recordando veranos bajo la sombra frondosa. Y quienes llegan de fuera enseguida sienten que pertenecen, como si también fueran parte de este pequeño universo de criaturas.

Si caminas sin prisa, descubrirás detalles que demuestran un compromiso real no solo con albergar animales, sino con mejorar sus vidas —y la tuya—. Los hábitats amplios y abiertos están pensados para el bienestar animal y para que podamos observar sin molestar: quizá veas a una familia de capibaras nadando en su estanque, o pelícanos planeando sobre nenúfares. Uno de los hitazos es el aviario de paso, donde aves de colores brillantes cruzan a la altura de tus ojos. En los últimos años, el área de grandes felinos se ha renovado para favorecer una observación cercana pero respetuosa. Las y los peques pueden soltar energía en los parques de juegos a lo largo de los senderos, y las familias montan picnics entre balidos y gritos de guacamayos. Incluso en fines de semana muy concurridos, casi siempre encuentras un rincón tranquilo donde el mundo se ralentiza.

Durante todo el año, el zoo organiza eventos, sobre todo en épocas festivas. La primavera llega con crías nuevas y el murmullo suave de grupos escolares en visitas educativas. El otoño se viste de luz dorada filtrándose entre las hojas y ese olor profundo de tierra húmeda. Las y los cuidadores son cercanos y saben un montón: se paran a responder preguntas de los peques o a compartir historias tras bambalinas sobre la personalidad de los animales. Uno de los favoritos del público es descubrir qué prefieren las jirafas (¿sabías que a una de ellas le chiflan los plátanos por encima de todo?).

Lo que de verdad eleva un día en Xántus János Állatkert es el sentimiento de descubrimiento en cada curva. Hay una zona tipo sabana africana donde cebras y antílopes pastan a la sombra; una casa de reptiles para valientes, con tortugas, lagartos e incluso alguna víbora bien vigilada; y una granjita interactiva donde cabras y ponis mini te compiten la atención. Con suerte, llegarás a tiempo a una alimentación programada: la conexión entre cuidador y animal se hace visible y, con un silbido y un gesto, una escuadrilla entera de pelícanos acude al almuerzo. Momentazos así se te quedan grabados como souvenirs inesperados.

A diferencia de otros zoos que parecen parques temáticos, el Zoo János Xántus tiene un aire relajado y casi vecinal. Es el típico sitio donde puedes deambular a tu ritmo, parar cuando te enganche una nutria dormilona o una iguana tomando el sol, o sentarte a la sombra moteada con un café mientras los pavos reales desfilan por el césped. Seas una amante incansable de los animales, una familia en busca de una aventura suave, o alguien que persigue un poquito de calma fuera de la ruta más turística, este rincón encantador de Győr tiene algo para ti.

Así que, si te pierdes por las calles de Győr y te apetece una escapada al mundo de las maravillas salvajes —tanto cercanas como lejanas—, el Xántus János Állatkert te espera, tranquilo. Un recordatorio de que, a veces, los viajes más gratificantes no están en lugares remotos, sino en un zoo alegre, arropado por árboles familiares.

  • El Xántus János Állatkert en Győr lleva el nombre del naturalista húngaro János Xántus, viajero y etnógrafo que trabajó en EE. UU. y México; abrió en 1967.


Lugares para alojarse cerca Xántus János Állatkert (Zoo János Xántus)




Qué ver cerca Xántus János Állatkert (Zoo János Xántus)

Azul marcadores indican programas, Rojo marcadores indican lugares.


Recientes