Una banda nacida del exilio y la rebeldía, Tinariwen surgió en 1979 en Argelia, creada por jóvenes músicos tuareg desplazados de Mali. A lo largo de más de cuatro décadas, han dado más de 1.100 conciertos alrededor del mundo, transformando un sonido desértico que antes era underground en un movimiento global y ganándose un Grammy por el camino. El 26 de abril, están listos para invocar en directo en Budapest la voz eterna de la resistencia, canalizando en cada riff y cada ritmo los horizontes infinitos y la belleza áspera del Sahara.
El sonido que se mueve como la arena
La música de Tinariwen es una fusión hipnótica: líneas de guitarra con polvo de blues, el fuego lento del rock y ritmos tradicionales tuareg que avanzan como caravanas bajo la luz de la luna. Sus conciertos se sienten a la vez como historias al calor de una hoguera y como mensajes urgentes: íntimos y expansivos. Ataviados con largas túnicas y los turbantes tuareg característicos, suben al escenario tanto como mensajeros culturales como músicos, convirtiendo grooves en trance en un trueno silencioso. Espera conversaciones de guitarras en espiral, voces en llamada y respuesta, y un pulso que no te suelta: música que viaja ligera pero carga con el peso de una tierra natal.
2025, adrienne





