Slomó Köves saca la porción semanal de la Torá del texto y la aterriza en la vida real. Cada viernes por la tarde y sábado por la mañana da una charla llamada La porción semanal a través del lente de la filosofía judía en la Sinagoga de Óbuda, en Budapest. Es una invitación abierta a bajar el ritmo, hacer preguntas y pensar un poco más profundo mientras cierra la semana y empieza el Shabat. Encontrarás la sinagoga en 1036 Budapest, Lajos utca 163, un ancla espiritual viejo-nueva en Óbuda que se ha convertido en un centro animado de estudio y comunidad.
El ritmo es sencillo: ven el viernes por la tarde, vuelve el sábado por la mañana y sigue el hilo mientras la parashá semanal se despliega con ideas filosóficas, dilemas contemporáneos y claves prácticas. La enseñanza se apoya en fuentes clásicas, pero el tono es acogedor: más conversación que sermón, más pensar que aleccionar. Es una serie continua, que recorre el otoño con varias fechas, y un abrazo constante tanto a habituales como a quienes vienen por primera vez.
Si te organizas con tiempo, hay sesiones programadas el 2025.10.31 en Budapest, seguidas por 2025.11.01, luego 2025.11.07 y 2025.11.08, todas en Budapest. Forman parte de un calendario en curso, con más fechas que se irán sumando a medida que avance la temporada. Lo bonito del formato semanal es que puedes caer a una sola o volver una y otra vez para seguir el hilo de las ideas conforme crecen. Piensa en valor moral una semana, responsabilidad comunitaria la siguiente y esos pequeños rituales que lo sostienen todo entre medias.
Dónde sucede
La Sinagoga de Óbuda es un referente en un barrio tranquilo pero con vidilla: accesible y sin pretensiones. La dirección, Lajos utca 163, queda a tiro del Danubio y del norte de la ciudad. La comunidad es tan diversa como las preguntas que trae la gente: locales observantes, visitantes curiosos, estudiantes, familias y viajeros que prefieren sus viernes por la noche con un poco de filosofía y mucho corazón.
Cuándo llegar
Los viernes por la tarde entran en Shabat con un aprendizaje que enmarca la semana que viene. El sábado a media mañana se vuelve al texto con ángulos frescos y más profundidad. Los horarios pueden seguir el ritmo estacional del Shabat, así que si eres nueva/o, llegar un pelín antes es buena idea—sobre todo si quieres asiento delante o conocer a alguna persona maja que te señale la página.
Dónde quedarse: sencillo y verde
Si vienes de fuera—o si te regalas un finde tranquilo—hay una selección sorprendente de alojamientos cerca de la zona norte y a lo largo del Danubio. Un pequeño hostal familiar con 20 habitaciones está junto a dos baños favoritos de Budapest: Csillaghegyi Fürdő y la Playa de Római. Es modesto, cercano y perfecto para quien prefiere conversación real a jazz de lobby.
También encontrarás un hotel acogedor en un barrio suburbano tipo jardín al norte del centro, con cómodas dobles y dos apartamentos. Las habitaciones tienen baño privado—ducha o bañera—televisión satélite y mini nevera. Es de esos sitios donde las ventanas de verdad se abren y las mañanas arrancan despacio.
Si quieres aire de río, vete al Római-part (la Ribera Romana), el patio tranquilo del Danubio de Budapest. Hay un espacio justo a la orilla que alberga grandes eventos al aire libre y gestiona un Club de Ejercicio Civil. Te ayudan con producción a lo grande si estás armando algo, o simplemente te dan espacio para respirar si no.
Varias pensiones en el Római-part ofrecen dobles con ducha, lavabo, WC privado y aire acondicionado. Espera acceso a internet, teléfono interno, TV por cable y un bar de bebidas. Extras: uso del jardín, tenis cercano, playas, centros comerciales y todo el plan casual que el Római-part sirve en las noches de verano.
Para cambiar de aires, hay una escuela forestal en la ladera, cerca de la cota de 495 m—unos 1.624 pies de altitud—rodeada de viejos robles y pinos negros. Los claros abiertos crean un microclima fresco incluso en pleno verano, y los edificios de la escuela dan cobijo para actividades cuando el tiempo cambia. Es una mezcla rara de silencio, sombra y aire limpio, ideal para grupos que disfrutan un poco de polvo de sendero con sus sesiones de estudio.
El único hotel con forma de barco de Hungría—el Holiday Beach Budapest Wellness Hotel con Sauna Park—flota en espíritu justo en el Danubio, envuelto en verde. Espera buenas piscinas, Wi‑Fi gratis y fácil acceso al transporte; la parada de bus más cercana está a 3 minutos andando. Para una base tranquila bien conectada, es un acierto.
También junto al río está el Hotel Noé, un edificio de tres plantas con seis casitas de madera totalmente equipadas en casi una hectárea de jardines. Respiras aire limpio, tienes praderas para tomar el sol, zonas de barbacoa y parking—la ciudad a mano, el ruido urbano a raya.
Más cerca tanto del Budapest central (unos 20 minutos) como de la artística Szentendre (10 minutos), una pensión de estilo escandinavo ofrece habitaciones con baño privado, teléfono y tele en color, además de bar de bebidas, parking seguro y jardín interior. Llegas sin líos en coche, bus o tren suburbano HÉV.
Quienes viajan con presupuesto ajustado pueden mirar el Külker Hostel, de dos plantas y 26 habitaciones, en la franja verde de Buda, ideal para trabajadores y parejas, con parking gratis justo delante. En verano, el Márton Áron Student Hostel abre del 15 de julio al 25 de agosto con habitaciones de dos y tres camas, internet, opciones deportivas y zona de fogata. Hay descuentos para húngaros de más allá de la frontera, grupos y estancias de más de 14 días.
Ven por el aprendizaje, quédate por la calma. O al revés. En cualquier caso, los viernes por la tarde y sábados por la mañana en Óbuda crean espacio para pensar, hacer comunidad y encarar una semana mejor.
2025, adminboss
